La montaña de Cullera ha sido habitada desde tiempos inmemoriales por el hombre. Su origen se puede remontar al paleolótico superior como podemos comprobar a través de los diferentes yacimientos arqueológicos, destacando entre ellos la Cueva del Volcán del Faro.
Uno de los períodos más destacados de la historia de Cullera tuvo lugar durante la dominación musulmana, época durante la cual se edificó el castillo sobre restos ibéricos y romanos. Muy probablemente el topónimo actual de Cullera tenga una procedencia árabe o mozárabe.

A partir de 1248 se produce la repoblación cristiana después de que el rey Jaime I hubiera hecho evacuar la población islámica que residía en el territorio del Castillo de Cullera. Este recinto fue conquistado por el monarca en 1239.

Más adelante, fue Martín el Humano a principios del siglo XIV quien dio a Cullera el título de villa real en las Cortes Valencianas, durando hasta la pérdida de los Fueros.

Otro episodio histórico destacado ocurre el año 1535, cuando los piratas corsarios berberiscos atacaron la ciudad. No obstante, el asalto pirata más importante se sitúa en el año 1550 con el temido Dragut al frente.

En los siglos siguientes comienzan a extenderse los cultivos del arroz y de la naranja. Con la gran riada de 1864 ( riuada grossa ), cambia el recorrido y curso fluvial del río Júcar. En el siglo XX, en la década de los sesenta, el turismo cambia la fisonomía de la población.